Un recorrido por... los callejones? [libre]

Recuerdo del primer mensaje :

Estaba observando los alrededores del lugar en el que me iba a instalar, era un cambio algo extraño y me dolia dejar a mis amigas, especialmente a Bonie y a Meredith, no encontraría a nadie como ellas, suspiré pesadamente. Cuando levanté la vista me encontraba en una parte de Forks no muy grata.

negue con la cabeza -no, gracias

Le dejé que me llevara de la mano hasta una calle donde un grupito de jovenes hablaban en voz muy alta. Sonreí.

- Alguien debería callarlos, estan molestando a los que intentan dormir - dije divertido sonriendole maliciosamente a mi acompañante.

- Mmm... que razón tienes.. - dije, me estaba divirtiendo como nunca.

Paseaba por allí, cuando vi a lo lejos a mi compañera Miranda. fruncí los labio, vi que estaba acompañada.
Pusé los ojos en blanco
Había caido otro?. pensé
me encogí de hombros, y yo que?. a claro el director me mando a buscarle, que pesadez.
me recargué en un árbol. suspiré
porqué mejor no la recogía en la mañana y ya?. ah si, porque quizás se convierta en cenizas... pero viendolo en este punto... mejor para mi
sonreí

Mientras me acercaba hacia los muchachos que hablaban en voz alta, con expresión de cazadora total, me percaté de otro olor distinto. Sarah pensé. Puse los ojos en blanco y me giré hacía ella, haciendo una mueca de asco.
- ¿Otra vez te envian a buscarme? - mascullé, mirandola de arriba a abajo. - ¿Por que no te largas y me dejas en paz de una vez, niñita? - pronuncié las palabras alargandolas, para que las entendiera bien.

Miré a la que acababa de llegar y luego a... como era su nombre? No solía olvidar nombres de chicas atractivas, asi que seguramente no me lo había dicho, pero le reste importancia.
- Bien, se nos escapa la cena... - anuncié ignorando lo que fuera que ocurria entre las vampiras al ver que el grupo de jovenes ya había emprendido marcha para salir de esa calle.

- Mierda... - mascullé. - Y todo por culpa tuya, Sarah. - dije, enfadada.

Pensé en dejarlos ir, pero estaba mas sediento de lo que pensaba... asi que corrí hasta el grupo de jovenes a velocidad vampirica. Aparté a una chica que se veia bastante bien y a un muchacho al azar.
- Estos dos cayeron por un barranco y a mi nunca me vieron, ahora corran a avisar del tragico accidente - le dije al resto de ellos usando mi don y salieron corriendo. Mordí a la chica alli mismo dejandola completamente vacia y le arrastré al otro a mi acompañante.

Agarré al muchacho con las garras y le atravesé su blanca garganta con los dientes afilados y blancos que al instante se llenaron de sangre. Energia que entraba en mi cuerpo, que se canalizaba. Sonreí para mi misma.

Me pasé la lengua por los labios limpiandome los restos de sangre y observé a la vampira que desconocia con curiosidad. Ahora que ya no tenía sed, quería saber por que se supone que tenia que ir a buscarla.

Acabé de beber y tiré el cuerpo a un lado. Observé como mi acompñante miraba a Sarah Hice una mueca de asco.
- Es Sarah, una compañera de academia - mascullé.

Entrecerré los ojos y supusé que ella iria a ese tal instituto que mencionó Bella.
- Y porque se supone que viene a buscarte? - pregunté curioso.

- Por que puedo resultar peligrosa... - susurré, sonriendo torcidamente.

- En ese caso, deberia tener mas cuidado - comenté - Pero nunca fui muy inteligente - le dije con una sonrisa seductora.

- Mmmm... Me gustan los chicos tontos... - susurré, con la misma sonrisa seductora que él me dedicó.

- Yo sabia que serlo por fin me traeria algo bueno - dije divertido acercandome a ella.

me recarge en una pared mirando la escena, esto pareci prometedor

- Vaya… ¿Quieres jugar con la gatita? – pregunté, atrayéndole hacia mi. - ¿Eso quieres? Vale… - susurré, divertida. Me alcé lo bastante como para rozar mis labios con los de él, pero no le besé, me quedé así, sonriendo en su boca.

- Gatita? - le murmuré rozando sus labios. - Tigresa, diria yo - susurré antes de besarla.

Reí por el comentario en su boca.
- Mmmm... - susurré, con un deje divertido en mi voz.

Llevé mis manos a su cintura y la besé. No había nada tierno o romantico en el beso, pero como lo habría cuando ni siquiera sabia su nombre?

- ¿Como te llamas? - susurré en su boca, con un deje divertido.

Reí y me separe hasta solo rozar sus labios.
- Damon, y tú? - murmuré.

- Miranda, dime Andy - susurré. - Pero solo por ser tu eh...